LLEGARON MIS 29

El día Jueves, luego de volver de Santiasco, donde viaje al concierto de Robbie Williams (bastante bueno por cierto), me encontraba yo en la U asumiendo nuevamente mis deberes de estudiante de Doctorado. Había quedado con mis amigos zorros en salir a comer para celebrar mi cumpleaños, pero lamentablemente el destino quiso otra cosa y la reunión fue arruinada por una mina desubicada que empezó con vomitos (yo...la festejada pffff). Frente a esto no nos quedo otra opción que terminar la corta velada mientras yo rogaba en el auto de vuelta a mi casa que no me atacara el demonio nuevamente.

Cuando llegue a la casa sólo alcanze a decirle a mi madre "me siento..."y tuve que partir corriendo a invocar a Belcebú en una escena dantesca como sacada de película de terror. Me sentía tan, pero tan mal que me acoste con mi mamá (a la que como siempre le levanto un monumento por cuidarme como si tuviera 2 años, es verdad que madre hay una sola) porque a cada rato me atacaba el demonio y no toleraba ni el agua. Fue tanto que en un momento mientras llamaba a García Guajardo y Gutierrez con mi viejita sonteniéndome para no desmayarme, mi hermanito (lindo él) escribía en un papel de un juego de Loto: "Yo, Andrea García dejo en herencia mi notebook a mi hermanito Vicente" y me trataba de animar mientras yo apenas simulaba una mueca parecida a una sonrisa que hacía que me dolieran hasta las pestañas.

Y así pase toooodo el día viernes en cama, vomitando y comiendo leeeeento para no sentir naúseas cada 1 minuto, pero favorablemente para mi estómago hoy logre levantarme y tomar un vaso completo de leche sin sentir naúseas. Pero esta horrible y tétrica experiencia me ha llevado a concluir que los 29 años, a las puertas del cambio de folio, se sienten y resienten en el cuerpo :P, porque por la chita que sentí que me había llegado el viejazo (sin querer faltarle el respeto a la gente mayor por supuesto). Dado que sobreviví a la experiencia quise estamparla en este blog, si a alguien no le gusta...que no lea y punto (aunque considerándolo mejor debería poner esa advertencia al principio del relato).